Preocupa la faltante de divisas para la importación de insumos en la industria maderera

Su faltante ya está generando la suspensión de las principales firmas del sector, afectando a más de 5.000 puestos laborales directos, y un número similar como efecto indirecto sobre otras actividades vinculadas.

La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) transmitió la preocupación del sector por la faltante de divisas para la importación de insumos.

A lo largo de los años, la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) ha realizado gestiones tendientes a contribuir a la maximización de la capacidad productiva del país, en búsqueda de la sustitución completa de los productos importados y además de abastecer al mercado doméstico, exportando productos, que son reconocidos por sus altos estándares de calidad, cumpliendo las normas internacionalmente aceptadas.

La falta de divisas para importar insumos esenciales para la industria ya presenta efectos a lo largo de toda la cadena productiva. 

En el caso de las Maderas Contrachapas, compensadas, utilizan en su proceso de producción insumos importados como el fenol para la resina fenólica, y en revestimientos como el filme, destinado principalmente a la industria de la construcción para el hormigón visto y una mayor vida útil del producto. Esos insumos no tienen producción nacional en la escala necesaria para la industria, y su faltante ya está generando la suspensión de las principales firmas del sector. 

A su vez, tendrá un impacto en más de 500 puestos de trabajo directo y otros 1.000 en forma indirecta, generando consecuencias económicas en las provincias de Misiones, Corrientes y Entre Ríos. Esta situación se verá agravada con el pasar de las semanas.

Otro ejemplo es la imposibilidad de importar SALES CCA, insumos fundamentales en la impregnación de postes de madera, materia vital para las industrias energética y vitivinícola. El impacto de la escasez alcanzará la semana próxima a más de 100 empresas del sector, que emplean en promedio 15 personas, por lo que se estima que alrededor de 1.500 personas estarán suspendidas. Esto también tendrá un efecto sobre otras actividades, en particular la vitivinícola, que se encuentra actualmente en su momento de mayor dinámica estacional.

En la misma línea, el sector de bienes finales muebles ya se encuentra con faltantes de insumos esenciales y su consecuente impacto en niveles de producción y empleo. 

Desde FAIMA estiman que el impacto eslabonado de los ejemplos citados, afectará de manera directa a más de 5.000 puestos suspendidos, y un número similar como efecto derrame sobre las otras actividades.

Frente a esta situación, las autoridades de la Federación solicitaron al titular del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, arbitrar los medios necesarios que aseguren al sector en su conjunto el acceso al mercado oficial de divisas, así como una audiencia para aunar esfuerzos y encontrar soluciones a los inconvenientes que el contexto actual le está ocasionando a la economía en su conjunto, ya que se trata de insumos esenciales para la promover la actividad productiva nacional.

 

Contacto de Prensa: 

Fiorella Lotti – 1130749531

Román Queiroz fue reelecto como presidente de FAIMA

La Federación eligió a la nueva Comisión Directiva, ratificando la necesidad de transformar el sector.

En el marco de la Asamblea Ordinaria de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), representantes de las 28 cámaras que integran la Federación eligieron la nueva Comisión Directiva encabezada por el flamante presidente reelecto, Román Queiroz, y Sergio Videla como Secretario General.

Reunidos en la sede societaria y con la participación de los colegas electos, la nueva Comisión Directiva asumió su mandato por el período 2022-2024. La votación fue por unanimidad ya que se llegó por consenso a una lista única tras debatir entre los socios de las cámaras la necesidad de dar continuidad al plan de trabajo iniciado en 2020. El principal objetivo de la gestión será unir al sector en un horizonte en común que transforme a la industria. 

Queiroz, quien además representa a AMAYADAP, destacó como principales desafíos para la industria la transformación del sector para potenciar el uso de la madera y la concientización de la población sobre los beneficios de su utilización para el medio ambiente. 

Desde la cámara ADEMA, el contador Sergio Manuel Videla, fue elegido Secretario de la Federación por los próximos 2 años. Hace más de 15 años participa de reuniones de Comisión Directiva ocupando distintos cargos.

“Nuestro plan de trabajo para los próximos años estará centrado en diseñar procesos y sistemas de transparencia en la información. Buscamos conformar más equipos de trabajo y generar transparencia en la actividad a través de la digitalización de la información para que las 28 Cámaras puedan estar al tanto de cada tarea. Es un sistema novedoso para la Federación”, indicó Videla. 

Entre los ejes fundamentales para la nueva gestión, se proponen la interrelación con el Mercosur en términos de la industria forestal y maderera, con el objetivo de potenciarla a nivel regional. 

Así mismo, se buscará generar espacios de debate con USIMRA en pos de generar empleo de calidad, en un contexto competitivo y tecnológico, para lograr trabajar a la par en beneficio de nuestra mano de obra. 

FAIMA representa a 28 cámaras madereras del país que nuclean a productores de envases y pallets, pisos y revestimientos, molduras, aserraderos, carpintería en general, fabricantes de aberturas, maderas y piezas para la construcción, láminas, chapas, maderas compensadas, tableros de partículas y de fibras, pellets de madera, viviendas industrializadas, muebles y demás manufacturas de madera.

Las nuevas autoridades son: 

Presidente: Román Queiroz (AMAYADAP)

Vicepresidente 1º: Daniel Vier Zanelli (CADAMDA)

Vicepresidente 2º: Ricardo García (APICOFOM)

Vicepresidente 3º: César Federici (CIMA)

Secretaria General: Sergio Videla (ADEMA)

Prosecretario General: Mercedes Omeñuca (AMAC)

Secretario Gremial: Oscar Martin (CIMASFE)

Prosecretario Gremial: Eduardo De Luisa (AICEA)

Tesorero: Daniel Loutaif (CON)

Protesorero: Ramón Gallardo (CAFUFAMA)

Vocal Titular 1º: Lic. Soledad Milajer (CAMMEC)

Vocal Titular 2º: Pedro Reyna (CAFYDMA)

Vocal Titular 3º: Vicente Mazzitelli (CEMA)

Vocal Titular 4º: Guido Sermoneta (CML)

Vocal Titular 5º: Jorge Rigoni (IMFER)

Vocal Titular 6º: Pablo Ruival (CAIMA)

Vocal Titular 7º: Nazareno Olivetti (CAFEMA)

Vocal Titular 8º: Luis Cruz Prats Griet (CAFITUC)

Vocal Titular 9º: Heraldo Mendizabal (CIM)

Vocal Titular 10º: Horacio Ciarlo (CMARC)

Vocal Titular 11º: Gustavo Mehring (CIMAE)

Vocal Titular 12º: Alfredo Nobs (CMASF)

Vocal Titular 13º: Marcelo Menchaca (CICMAMPyZI)

Vocal Titular 14º: Daniel Briones (APROFICSA)

Vocal Titular 15º: Edmundo Ybarra (APFCh)

Vocal Titular 16º: Héctor Genoud (CIMP)

Vocal Titular 17º: Fernando Ortiz (AFIJUY)

Vocal Titular 18º: Gustavo Diambra (CIMSE)

Los desafíos de la industria del mueble según Roberto Fontenla

Con su desembargo en la provincia de Córdoba, analiza la situación de la industria, apuesta a la diversificación y remarca la importancia de modificar las relaciones laborales.

Hablar de Fontenla es hablar de muebles únicos. Con más de 70 años en el mercado, pasó de ser un local comercial a una empresa con presencia nacional (11 locales) e internacional. Recientemente inauguró un local exclusivo de 400 m2 en la provincia de Córdoba, en Av. Rafael Núñez. Luego de esta apertura tiene pensado expandirse a otras provincias.

“Córdoba y Rosario reúnen una cartera de clientes del norte del país que quedan filtrados en estas ciudades, son los que no vienen directamente a Buenos Aires, y es una forma de acercarnos y llevar nuestro diseño”, explicó Roberto Fontenla, CEO de la firma y presidente de la Cámara de Empresarios Madereros y Afines (CEMA).

El nuevo comercio abrió sus puertas con su línea completa de productos, alcanzando tanto a clientes residenciales como corporativos. “Nos dirigimos a un público exigente ABC1, que busca el estilo y la calidad de productos internacionales. Entendemos que en interior del país no hay productos similares a los nuestros y esta decisión tiene un poco de olfato empresario y de escuchar a nuestros clientes”, remarcó.

La marca de herencia italiana supo posicionarse en el mercado como sinónimo de lujo, y participó de grandes proyectos hoteleros como el Hotel Faena, Four Seasons, Llao Llao, NH y SLS Lux. También realizó trabajos en el Salón Azul del Senado, Teatro Colón, Cámara de Diputados, Teatro del Bicentenario de San Juan, Auditorio General de La Nación, Presidencia y Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Desafíos y oportunidades

El empresario considera que uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la industria argentina en general y la industria del mueble en particular es la falta de reglas claras.

“Necesitamos las cosas en orden. Es muy difícil para una Pyme desarrollarse y crecer, es como un salto de obstáculos permanente. Surgen muchos problemas por las exigencias del Estado y la falta de certidumbre”, apuntó el representante de CEMA.

A lo largo de los años, la empresa desarrolló una estrategia de diversificación y expansión para lograr crecer en un país donde la previsibilidad es un bien escaso. Por eso quienes comenzaron apuntando al sector residencial de lujo, hoy cuentan con una línea que apunta a la clase media, realizan trabajos para hoteles, emprendimientos y sanatorios con hotelería 5 estrellas.

Por otro lado, menciona la competencia desleal en cuanto al mercado informal que se genera en torno a la industria. “Hay mucha informalidad en la madera y eso perjudica a todos los productores industriales. Por supuesto que hay personas que lo aprovechan, sobre todo en el nivel medio, pero el mercado lo pierde”, remarcó.

Si bien durante la pandemia por COVID-19 las empresas madereras sufrieron una fuerte crisis por las restricciones impuestas los primeros meses, una vez que comenzaron a reabrir los locales, la demanda de muebles y objetos de decoración del hogar creció considerablemente.

Fontenla aseguró que, pos-pandemia, surgieron muchas oportunidades, sobre todo en el segmento empresarial y hotelero: “Se comenzaron a retomar proyectos postergados y ahora salieron a cerrar números y presupuestos que se recotizan con cambios importantes, pero que dentro de 2 meses es barato. Hay mucho trabajo, sobre todo para quien tiene una marca y se maneja en un mundo de responsabilidades”.

Mirando al mundo

Luego de una larga trayectoria de exportaciones a Estados Unidos, en 2019, la Trump Tower de Miami, hotel y residencia 5 estrellas, eligió a la marca para decorar sus ambientes. El proyecto finalizó en 2020, durante la pandemia, y luego de esto lograron concretar exportaciones a Uruguay, principalmente a Punta del Este, y realizaron negocios con Arabia Saudita.

“Construimos muchas relaciones internacionales, pero hoy nos resulta muy difícil concretar proyectos por el tipo del cambio. Es imposible, no nos da el costo, el cambio del dólar no se ajusta a la realidad y perdemos oportunidades”, denunció.

No obstante, su mirada sobre las exportaciones es positiva: “En el exterior existe un mercado que está muy comprador porque hay un problema serio con China y empezaron a buscar otras alternativas, sobre todo en Latinoamérica”.

Problemas comunes

Fontenla cuenta con una planta industrial propia ubicada en Buenos Aires, única en Sudamérica, donde el personal trabaja de manera integral: desde el corte de la madera al lustre, pasando por el armado de carpintería, ebanistería, tapicería, respetando el trabajo manual que garantiza terminaciones perfectas. Nuestra planta es la única de la región en integrar todas las tareas que permiten ingresar madera virgen y extraer un mueble listo para el cliente.

La planta de 9000m2 emplea a más de 250 empleados y artesanos abocados 100% a la producción artesanal. Desde ella abastecen a sus locales de Recoleta, Puerto Madero, Hudson, Pilar, Mar del Plata, Cariló y Córdoba.

A nivel industrial, en el sector de fabricación de productos de madera, unas 1100 empresas emplean a unos 70 mil trabajadores en relación de dependencia en todo el país.

El presidente de CEMA considera que el mayor problema que atraviesa la industria y las Pymes en general, son los juicios laborales. “Las relaciones laborales están quedándose en el tiempo y son utilizadas en venganza. Necesitamos una modificación de las leyes laborales porque el negocio creado por una justicia que invalida a la parte patronal hace que cierren muchas empresas pequeñas y talleres. Aun en blanco, con todos los papeles, corrés muchos riesgos”, concluyó.

Construcción con madera: una respuesta a la emergencia habitacional

En los últimos años creció la demanda de casas de madera, debido a la premisa de que son eficientes, ecológicas, de rápida ejecución, duraderas y económicas. Gracias a todas estas virtudes, cada día más ciudadanos las eligen al momento de construir su hogar.

Al comparar las viviendas de madera con las de construcción húmeda tradicional (ladrillos y cemento), las ventajas son múltiples, principalmente teniendo en cuenta los costos y el tiempo.

Nazareno Olivetti, Presidente de la Cámara de Forestadores (CAFEMA), asegura: “En la provincia de Río Negro, el costo de una construcción en madera está en un 40% menos que una construcción de ladrillos. Mientras que una casa de 60 m2 podemos llegar a trabajarla en fábrica durante una semana y en 10 días queda instalada. Solo resta revestimiento de piso y paredes, artefactos y decoración”.

Esto se debe a que parte de la construcción de las viviendas se realiza en la fábrica y luego los elementos se ensamblan en la obra. En este sentido, el tiempo de construcción real de la vivienda de madera es muy inferior al de una casa tradicional.

En Argentina, las construcciones de madera están reglamentadas bajo la norma CIRSOC 601, desarrollada por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial, lo que establece ciertos parámetros en su diseño y estructuras. “Trabajando bajo estas normas no hay diferencia en calidad y prestaciones respecto a otros tipos de construcciones. Los materiales que utilizamos son muy buenos, tanto en la aislación como en el tipo de madera”, asegura Olivetti.

Mayor resistencia y sustentabilidad

Un mito que suele rondar las construcciones de madera es que son menos resistentes al fuego. Sin embargo, los expertos señalan que las afirmaciones sobre que las casa prefabricadas de madera se incendian y arden mucho más rápido se basan sobre todo en historias del pasado, cuando no se cumplía con ciertos requisitos de seguridad.

En la construcción de casas modernas, se utiliza madera con tratamiento ignífugo (químico contra el fuego), que alcanza la máxima clase de inflamabilidad para la madera, por lo que la probabilidad de incendio no difiere de la de otras construcciones. “A toda la estructura le damos dos manos de producto ignifugo que protege la madera, y además está sellada de forma tal que si llegara a haber un incendio, el fuego se carboniza y se ahoga”, precisa Olivetti.

En cuanto al mantenimiento y la vida útil, también existe una falsa creencia de que las casas de madera son poco duraderas, pero eso no es cierto. “Si mantenés bien el exterior, una casa puede durar 50 años sin problema. Hay que saberla proteger, y eso se logra con una mano de pintura cada 3 ó 5 años. En la Patagonia, por ejemplo, tenemos mucho salitre en la tierra, lo que hace que las construcciones de ladrillo tengan humedad y cada tanto se debe volver a revocar. Eso con la madera no sucede porque no absorbe la humedad del suelo”.

Y si tenemos en cuenta el viento, característico del sur argentino, “cuando se hacen los planos, se piensa en soluciones como anclar hierros en las esquinas para que la construcción soporte vientos de hasta 150km/h”.

Finalmente, en cuanto a la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente, la madera es el único material que captura carbono, incluso durante la construcción. Consumir madera es consumir el material más amigable con el medio ambiente.

Estas construcciones, además, implican menos gasto en calefacción y acondicionamiento, debido a la capacidad aislante de la madera, lo que se traduce en ahorro de energía a la hora de mantener una temperatura estable en el interior de la vivienda.

Viviendas sociales

Las casas de madera pueden ser una respuesta a la emergencia habitacional que vivimos en Argentina. Las insuficiencias estructurales de las viviendas, junto a las condiciones de hacinamiento representan una problemática social en nuestro país, que frente a los efectos de la pandemia, ha quedado aún más expuesta.

Para dar una respuesta a las distintas situaciones de emergencia habitacional, las casas de madera ofrecen una solución sustentable, económica y rápida.

Según Olivetti, “se pueden hacer casas de 40mt2 y se deja como para ampliar a futuro sin romper, solo incorporando paneles. Es una buena alternativa por todos los beneficios que ofrece esta construcción”.

Actualmente, las casas de madera representan el 15% de las viviendas que se están construyendo en diferentes barrios. Sin embargo, en Argentina la industria tiene un gran potencial para que esta tendencia crezca mucho más.

“Cada vez recibimos más consultas, las personas ven que es un producto muy noble, al conocer el sistema de construcción industrializada, se dan cuenta de que el resultado es muy bueno, y la relación costo/beneficio es superior”, indica el presidente de CAFEMA.

Las soluciones habitacionales hoy pueden tener una respuesta ambiental responsable y desde FAIMA acompañamos el cambio de paradigma.

FAIMA llama a trabajar en conjunto para reconstruir empleos, proyectos y pymes que se están consumiendo con el fuego

Es necesario y urgente un nuevo abordaje al drama de la sequía, los incendios forestales y el impacto del cambio climático en un sector que genera 100.000 empleos.

La Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (FAIMA) -que aglutina a 28 cámaras que representan a todos los eslabones productivos de la madera-, desea hacer un llamado a la comunidad y a las autoridades nacionales y provinciales ante los devastadores incendios que afectan a Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa, Entre Ríos y otras provincias.

Las pérdidas materiales se estiman ya en más de 50 millones de dólares hasta el momento y siguen subiendo día a día, con pronósticos climáticos que no auguran lluvias abundantes a la brevedad.

Pero, además de las pérdidas materiales, es imprescindible considerar el impacto de este desastre natural en la fuente de trabajo de la que dependen cientos de familias, empresas PyME y emprendimientos que viven de la actividad forestal y corren el riesgo de desaparecer.

La industria forestal emplea en forma directa y formalmente, a unas 100.000 personas y exporta alrededor de 700 millones de dólares anuales en toda la cadena productiva.

Solamente considerando la producción silvícola, los empleos son miles. En una forestación de 1.000 hectáreas de pinos o eucaliptus en Corrientes trabajan decenas de personas en las tareas de preparación del terreno (tractoristas, afines), trituración, eliminación de material residual, control de hormigas, malezas, plantación, reposición, aplicación de herbicidas, podas -se realizan 3 o 4- que se realizan en forma manual con tijera electrónica o serrucho de poda.

Muchos de sus dueños son pequeños o medianos productores que ven cómo se ha perdido su inversión de 20 o 30 años en una noche de fuego. Hoy, patrones y empleados están trabajando codo a codo con las precarias herramientas que tienen a mano en un intento desesperado por controlar el alcance de los daños. 

Con la misma urgencia, las familias necesitan ser reubicadas y la mayoría no cuenta con seguros contra incendios, cuyo costo es similar a las potenciales pérdidas por el fuego. 

La producción de resina, un subsector que da trabajo a miles de personas en forma directa e indirecta y genera divisas para el país, podría sufrir una caída del 50% en la producción con el riesgo de que desaparezcan industrias PyMe. Se perdieron ya millones de plantas con el consiguiente impacto en menos empleo y producción.

En estos momentos, es importante dejar de lado cualquier diferencia y empezar a trabajar en la reconstrucción del entramado productivo en un esfuerzo conjunto del Estado Nacional, provincias, municipios y el sector privado.


Necesitamos diseñar políticas públicas y mecanismos contra los incendios que permitan estar mejor preparados para otros eventos en el futuro, y que generen herramientas sostenibles en el tiempo, así como también contar con el financiamiento y los recursos necesarios para poder llevar adelante los planes de acción. 

El cambio climático llegó para quedarse y es tiempo de pensar en nuevas soluciones, incluyendo los alcances de las leyes que regulan la emergencia agropecuaria y que, tal como están redactadas, hoy en día no alcanzan a incluir a muchos damnificados por la sequía y los incendios.

 

Contacto de Prensa: 

Fiorella Lotti – 1130749531

Las pérdidas estimadas por los incendios ascienden a 3.850 billones de pesos

La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), que aglutina a 28 cámaras que representan a todos los eslabones del sector forestal, señaló que parte de la responsabilidad por los incendios es por “políticas públicas erradas que urge cambiar”.
La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), y las 28 Cámaras Empresarias que representa en todo el territorio nacional, estimó que las pérdidas por los incendios forestales que afectan a buena parte del país ya ascienden a 3.500 millones de pesos por cada 1000 hectáreas de bosques implantados.
Solamente en 2020 se quemaron en la Argentina 1.100.000 hectáreas de bosques, por lo tanto la estimación de FAIMA de pérdidas por incendios forestales asciende a 3.850 billones de pesos (millones de millones). Es más de 3 veces la recaudación de la AFIP de diciembre 2021.
Equivale a los recursos que el Gobierno Nacional coparticipó a las 24 jurisdicciones el año pasado. “Este desastre ambiental es en parte consecuencia de políticas públicas erradas, que hace tiempo vienen desfinanciando la ley de bosques”, apuntó Daniel Loutaif, Coordinador del departamento de Bosques Nativos de FAIMA.
Argentina cuenta con un millón trescientas mil hectáreas de bosques implantados y 55 millones de hectáreas de bosques nativos.
En los últimos años, el Estado Nacional viene desfinanciando las leyes destinadas a proteger los Bosques. Tal es así que los fondos destinados en el Presupuesto 2022, que no se llegó a sancionar, para la Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, representa solo un 3% de lo que corresponde: apenas $ 22 pesos por hectárea de bosque.
“Debe haber una política de estado que trascienda los distintos gobiernos. No podemos continuar desfinanciando las leyes que regulan tanto los bosques nativos como los bosques implantados”, explicó Loutaif.
De acuerdo al Global Forest Watch, solo en el último mes (24/12/2021 al 24/01/2022) se registraron 7,849 alertas de incendios en Argentina. El 95% de los incendios forestales son producidos por intervenciones humanas, según el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF). Esas intervenciones abarcan desde preparación de áreas de pastoreo con fuego hasta
dejar fogatas o colillas de cigarrillo mal apagadas.
“Indudablemente que en los incendios forestales además existe un componente climático que contribuye a su propagación, pero es insoslayable mencionar lo errado de las distintas políticas públicas en el manejo del fuego”, agregó Loutaif.
Solo durante el 2020, se quemaron un millón cien mil hectáreas de bosques en nuestro país. Por ello es que desde la organización aseguran que “las políticas reactivas propuestas por el Gobierno son escasas e ineficientes. Debemos sentarnos juntos, sector público y privado, a trabajar incansablemente en la prevención, donde seamos capaces de provocar un cambio
cultural en la población para que todos cuidemos los bosques”.

Pérdidas estimadas por los incendios forestales
Para poder mensurar las pérdidas que este siniestro ocasiona, es necesario distinguir un incendio forestal de Bosque Implantados de uno en Bosque Nativo. El Bosque implantado tiene la particularidad de contar con una mayor cantidad de madera por hectárea (aproximadamente 350 M3) en época de corte final, es decir, a los 15 años de plantado.
Si cada M3 rinde en aserradero aproximadamente 200 pies cuadrados a un valor de $50 cada uno significa que:
● A valor de madera en rollo, una hectárea de Bosque Implantado representa $ 700.000 de valor. Si se queman 1.000 hectáreas, se pierden $ 700 MM.
● A valor de madera aserrada, una hectárea de Bosque Implantado representa $ 3.500.000. Si se queman 1.000 hectáreas son $3.500 MM.
En el caso de los Bosques nativos, son especies de crecimiento lento y de mucha menor densidad por hectárea. La cantidad de madera en diámetro de corte por hectárea de un bosque nativo en buenas condiciones puede llegar a 15 M3.
El precio de un metro cúbico de Cedro es de $ 30.000, mientras que el precio de un metro cúbico de Lapacho es de $ 25.000. Si cada M3 rinde en aserradero aproximadamente 200 pies cuadrados a un valor de $400 cada uno significa que:
● A valor de madera en rollo nativa una hectárea representa $ 450.000. Si se queman 1.000
hectáreas, se pierden $ 450 MM.
● Mientras que a valor de madera aserrada nativa 1.000 hectáreas son $ 1.200 MM.

Estos datos son estimados y varían de acuerdo a la calidad y diámetro de la madera.
Por otro lado, se sufren daños más difíciles de cuantificar, entre ellos: Biodiversidad, Servicios Ecosistémicos, Escorrentía del suelo, GEI, Impactos Ecológicos. “Se necesita de un trabajo en conjunto entre el gobierno, las empresas y la sociedad.
Necesitamos políticas públicas desde el estado, que generen herramientas sostenibles en el tiempo, y el financiamiento y los recursos necesarios para poder llevar adelante los planes de acción”, concluyó Loutaif.