Situación Actual de la Industria Maderera

La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), es el único organismo de segundo grado que nuclea la totalidad de la cadena productiva de la transformación mecánica de la madera. Nuestras 28 cámaras nos dan una presencia federal a lo largo y ancho del país, llegando desde Oran hasta Tierra del Fuego y desde Mendoza hasta la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Un sector federal

Dentro de nuestras cámaras se encuentran representados todos los eslabones de la cadena productiva sectorial. Desde los aserraderos, con fuerte presencia en la zona de Corrientes y Misiones, con cámaras como AMAC, APICOFOM y AMAYADAP, con empresas de tamaño y potencial de crecimiento importante. Pasando por los diversos usos finales que tiene la madera, como ser los tableros fenólicos, nucleados en la región, la construcción con madera con cámaras modelo como APICOFOM, CADAMDA en provincia de Buenos Aires, CAFEMA en Rio Negro y sur de nuestro país, IMFER en Entre Rios y AFIJUY en Jujuy, y los muebles con cámaras como CIMAE, en esperanza, CAMMEC en Cordoba, CEMA en la zona de AMBA, CON en la provincia de SALTA, CML y CIMA en Santa Fe. La madera nativa es una fuente básica para la producción de muebles, puertas, aberturas y como insumo en la construcción con madera.

Un punto alto de este aspecto federal es la importancia de la industria y del bosque nativo en provincias del norte (Salta, Jujuy, Chaco, Tucuman y Santiago del Estero). El bosque nativo es una verdadera oportunidad de desarrollo regional para todo el norte argentino, y su explotación responsable puede brindar soluciones para el desafio del cambio climático.

La importancia económica

Estas cámaras junto al resto de las organizaciones que forman parte de FAIMA nuclean en su interior alrededor de 1.500 empresas, las cuales poseen un verdadero efecto derrame en materia de importancia relativa para los pueblos donde se encuentran instaladas es mayúsculo.

En términos económicos el sector, según datos relevados por el ministerio de trabajo y la secretaria de producción, genera aproximadamente 60.000 empleos en forma directa, esto sin contar la amplia cadena de industrias y servicios que directa o indirectamente dependen de la industria. Tomando la imagen amplia, el sector produce empleos para un total aproximado de 120.000 trabajadores registrados. 

En materia de valor agregado según datos económicos del 2021, la cadena de valor aporta un 1,7% al PBI nacional y en términos de comercio exterior hemos exportado 440 millones de dólares durante el 2021. Estos valores sirven para dimensionar el elevado potencial de crecimiento que posee el sector, no solo en su rama forestal sino principalmente en la rama industrial.

Integración Sectorial

En el año 2020, la Federación junto a las otras tres entidades (AFCP, AFOA y ASORA) que nuclean la totalidad de la cadena forestal en nuestro país crearon el Consejo Foresto Industrial Argentino (CONFIAR). A lo largo de estos dos años hemos llevado adelante reuniones con funcionarios nacionales, provinciales e internacionales promoviendo una agenda que siente las bases para el desarrollo futuro del sector.

Creemos que la integración de todos los participantes de la cadena es fundamental para abordar en forma conjunta los desafíos tanto industriales, laborales y ambientales que tiene el sector.

Potencial Ambiental

En la última década, y ante el tratado de Paris, la mayoría de los países del mundo han acordado una agenda conjunta para mitigar los efectos del cambio climático. Es ante este nuevo escenario que nuestro sector tiene un aporte fundamental en esta tarea.

En primer lugar, Argentina tiene en nuestro sector un jugador clave para incrementar su potencial aporte positivo al cambio climático. La promoción del uso responsable de la madera, con su consiguiente política de promoción de la forestación, puede posicionar a nuestro país a la vanguardia de los temas ambientales. La generación de energías alternativas en base a subproductos de la madera es también un aporte que el sector en su conjunto puede hacer al país en general y a la generación energética en particular.

 

Situación actual 

La situación de la industria maderera no es ajena al contexto país. Con un dólar que no acompaña la inflación, precios internacionales bajos, disminución del consumo externo y recesión en el mercado interno, la industria maderera cerró un año difícil en 2022.

En diferentes oportunidades, la Federación elevó peticiones indispensables para el desarrollo de la industria al Gobierno, tanto provincial como nacional, sin respuesta. 

Uno de los principales pedidos que realizó FAIMA fue la reactivación de la Mesa Forestal. Este espacio público-privado se inauguró en 2016 y convocaba a FAIMA y el resto de las cámaras del sector foresto-industrial, maderero y mueblero, las provincias forestales y el Gobierno Nacional para definir una agenda de trabajo conjunto. 

 

A raíz de la pandemia, la exportación foresto industrial alcanzó niveles históricos, sin embargo, a partir de julio del 2022, disminuyó de manera considerable. Entre los motivos que llevaron a esta situación, se pueden mencionar un dólar oficial que no acompaña la inflación, la caída de los precios internacionales y la disminución del consumo en EE. UU. y Asia, principales mercados de exportación. 

Además, el mercado interno también empezó a sentir la recesión. A eso, se le suma la imposibilidad de importar insumos, con plazos de pago a 90/60 días y proveedores que no financian, dificultando la producción. 

De esta manera, las perspectivas para 2023 en ambos sectores, foresto industria y muebles, no son buenas. Los empresarios están muy preocupados porque algunas industrias pararon y otras están con serios problemas para producir porque no pueden importar la materia prima que necesitan.   

Entre las principales reclamos que tiene la industria, se encuentran: 

  • Dólar estable y competitivo 
  • Quita de retenciones a la exportación (4,5%)
  • Exención de obligaciones patronales por 6 meses a través de un programa de subsidio estatal
  • Regularizar la importación de insumos que se utilizan como parte del proceso productivo y agilizar los pagos en el exterior. 

Desarrollo de materia prima

En 2007 fue sancionada la Ley 26331 que establece los Presupuestos mínimos de protección ambiental para el enriquecimiento, la restauración, conservación, aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques nativos. 

Sin embargo, el presupuesto destinado para su financiamiento en 2022 representó solo un 3% de lo que corresponde a la Ley, lo cual imposibilita alcanzar los objetivos planteados en dicha normativa.

En el informe de estado de implementación 2010 – 2018 publicado en ese entonces por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación sobre la Ley N° 26.331, el Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos y los planes alcanzados por el Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos, se exponían algunos puntos a tener en consideración.

Éstos giraban sobre las partidas asignadas y las dificultades administrativas de las diferentes jurisdicciones para administrar los fondos, así como también la falta de recursos humanos o capacidades territoriales para implementar la ejecución, tanto del OTBN como de los posteriores planes de manejo o planes de conservación, según el caso.

En diversos documentos presentados a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y otros organismos internacionales, se menciona y resalta la importancia de contar con la Ley 26.331. Un ejemplo de ello es el primer resumen de información de Salvaguardas de REDD+ de la República Argentina presentado en 2019, que tiene como objetivo evitar o minimizar los potenciales riesgos sociales y ambientales, y promover los beneficios potenciales como la conservación de la biodiversidad.

Según datos de la Dirección Nacional de Bosques (DNB) de la Secretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable (SAyDS), durante el período 1998-2015 se perdieron 4,15 millones de hectáreas de bosques nativos, con una tasa anual de deforestación del 0,83 %. 

El motivo fundamental de esto es por un lado que no existió el financiamiento apropiado y legal previsto en la misma ley y por otra parte una deficiente gestión administrativa de los recursos. 

Nuestra propuesta y solicitud como Federación es trabajar articuladamente con el sector público tanto nacional (particularmente participando en las reuniones del COFEMA, solicitado desde hace ya 5 años) cómo provincial con reuniones ante las distintas autoridades de aplicación buscando mejorar la administración de los recursos en pos del cuidado y desarrollo de nuestros BN.

Un segundo aspecto es la gran oportunidad que tiene nuestro país respecto de la Huella y  Bonos de Carbono Los bonos de carbono se transforman así en una triple oportunidad para la Argentina:

  • Ofrecen la posibilidad de compensar los impactos negativos realizados por terceros, 
  • Se vuelven una herramienta transaccional con la cual se gana dinero, 
  • Al tiempo que se abre camino hacia un futuro sustentable.

La nueva realidad nos obliga a dejar de lado la disyunción » ó » para adoptar la conjunción «y» en la relación agricultura, ganadería y sector forestal 

Po último, los incendios forestales exigen una articulación público – privada inmediata dónde se trabaje en conjunto en la concientización y la prevención, aspectos fundamentales para mitigar este problema. 

Solo durante el 2020, se quemaron un millón cien mil hectáreas de bosques en nuestro país. Por ello, desde FAIMA considera que “las políticas reactivas propuestas por el Gobierno son escasas e ineficientes. Debemos sentarnos juntos, sector público y privado, a trabajar incansablemente en la prevención, donde seamos capaces de provocar un cambio cultural en la población para que todos cuidemos los bosques”. 

 

Mueble 

Desde FAIMA impulsan el desarrollo del Instituto del Mueble Argentino, que tiene por objetivo de promover, visibilizar y revalorizar el Mueble Argentino a lo largo y ancho del país. A través de él, se busca contribuir en la capacitación, generación de valor e innovación en toda la cadena productiva y comercial del mueble, promoviendo la sinergia entre las partes e incrementando su visibilidad tanto en el mercado interno como externo. 

Si bien durante 2020 la industria del mueble tuvo un crecimiento a partir del incremento del home office y las nuevas formas de trabajo, desde el año pasado viene en recesión. Las ventas descendieron considerablemente, mostrando en los últimos meses una tendencia en caída, más allá de la cuestión estacional. 

De acuerdo al último Índice de Interés del Mueble Argentino Online (IIMAO) elaborado mensualmente por el Observatorio Estadístico de FAIMA, en términos interanuales, en términos interanuales el indicador muestra una caída del 5,3% del interés online por el mueble argentino en comparación con diciembre del año 2021. El valor de diciembre 2022 se encuentra solo 5% por encima del menor valor histórico que es el de octubre 2021.

La producción industrial de muebles y colchones relevada por INDEC para el mes de noviembre 2022 marcó un nivel 2% superior a noviembre 2021 y una suba del 13% respecto a octubre 2022. El IIMAO de diciembre 2022 anticipa en los próximos meses una caída de la producción de muebles en Argentina.

Por otro lado, dentro de los bienes finales, se observa un importante crecimiento de la importación de muebles de cocina, los cuales pueden ser producidos domésticamente. El grueso de la importación la realizan dos firmas que en el año 2022 acapararon el 95% de las importaciones y son retailers que no efectúan producción local. Ese segmento de importaciones puede ser provisto por la industria local. El mismo patrón se observa en 2021.

Para este sector de la industria, las principales necesidades son:  

  • Diseñar e implementar un programa de gobierno para estimular la demanda, al estilo Tienda Banco Nación. Aumentar los límites de Ahora 6/12/18/24
  • Profundizar las líneas de Financiamiento que contemple las capacidades específicas de las pymes 
  • Limitar la importación de productos que puedan ser producidos localmente, incentivando la demanda interna. 

Construcción con Madera

La madera es 100% natural. Es el material con menor huella de carbono del sector. Es sostenible. Es reciclable por lo que su correcta utilización contribuye al cuidado del medio ambiente y al bienestar de las personas. Y es que no sólo no emite CO2 en su fabricación, sino que lo absorbe. Su fábrica son los bosques que se gestionan de manera sostenible, certificada y amable con el medio ambiente.

Más allá de su respeto por el medio ambiente, entre las ventajas que ofrece la madera como material constructivo, se destaca que compite en resistencia, solidez y durabilidad con las estructuras tradicionales de hormigón o de acero. Y tiene una durabilidad superior a las de acero u hormigón gracias a su buen comportamiento ante el fuego y la humedad mediante tratamientos especiales.

Argentina tiene un déficit habitacional histórico, que está alrededor de los 3 millones de viviendas. Lo que logramos construir año a año sirve para suplir el crecimiento de la población, con lo cual no disminuye el déficit. 

A pesar de que no existen datos certeros, si se toma la cantidad de viviendas construidas por las empresas de mayor producción, se puede inferir que se construyen anualmente alrededor de 3.000 viviendas de madera en todo el país, con una capacidad instalada para la producción de alrededor de 7.000 unidades por año.

Esta suma se verá incrementada a 12.000 viviendas anuales con el funcionamiento a pleno de la fábrica de viviendas industrializadas. Esta fábrica consta de un centro de mecanizado con puente multifuncional CNC (control numérico computarizado) de tecnología alemana, con una capacidad máxima de 5.000 viviendas de 40 m2 por año (vivienda social), lo que equivale alrededor de 200.000 m2.

Si se analiza el consumo de madera, se estima que para una vivienda promedio de 60m2 se utiliza 12 m3 de madera, de los cuales un 46% es madera estructural, 47% revestimientos y 7% tableros multilaminados fenólicos u OSB (Oriented Strand Board). Una producción anual de 10.000 viviendas de 60 m2 promedio consumirá alrededor de 120.000 m3 de madera con diferentes grados de industrialización.

En cuanto a proyectos de construcción de vivienda Social en el marco del Plan Nacional de Vivienda de la Secretaría de Vivienda de la Nación, desde la firma del Acuerdo marco de promoción de la construcción de viviendas con madera (26/09/2017), se firmaron convenios por 1.234 viviendas de madera, mientras que otras 250 se encuentran en proceso de evaluación. Asimismo, desde la firma de la Resolución N° 3-E/2018 (11/01/2018), la cantidad de viviendas aprobadas técnicamente pasó del 0,66% al 15% del total.

Casi la totalidad corresponde a Misiones, algo en Corrientes y Entre Ríos. También hay un desarrollo muy importante en zonas de necesidad de vivienda muy urgente, como son Añelo en Neuquén por Vaca Muerta. Además, se está revitalizando la demanda de obras de calidad en los polos turísticos, buscando un bajo impacto ambiental y la Madera es tomada como la herramienta principal para esos desarrollos.

El importante desarrollo (en comparación a la situación de 2017) que ha tenido la construcción con madera en barrios de clase media en el Conurbano Bonaerense en los últimos años no está evaluado acá, si es difícil de inferir se toma como referencia que se están construyendo no menos de 20 000 m2 de vivienda de madera de alta calidad y buenas prestaciones en la zona centro anualmente.

Si bien, actualmente en el país se construyen viviendas unifamiliares individuales, la construcción con madera está expandiéndose mundialmente con la incorporación de nuevos sistemas constructivos y tecnologías de la madera tal como CLT. 

Desde el departamento, se propone la conformación de un comité para el desarrollo de la construcción sostenible con madera, integrada por actores del sector privado y de la administración pública, Cámaras empresarias, de la madera, de la construcción, de la industria, ministerios, secretarías de ambiente, energía, ganadería (foresto industria), producción, desarrollo urbano hábitat y vivienda, obras públicas, etc.

El mismo se ocuparía de temas vinculados a los aspectos legales y normativos, las posibilidades de acceso al crédito, la sustentabilidad del sector en cuestiones impositivas y laborales, el fomento de las economías regionales, y la posibilidad de realizar una campaña nacional de difusión como de la capacitación de profesionales y técnicos, todas tareas tendientes a desarrollar el sector que aportará soluciones al problema de la vivienda de manera sostenible. 

Desde FAIMA reclaman el efectivo cumplimiento del compromiso al que en 2017 se llegó con la industria forestal argentina, por el cual el 10 por ciento de las viviendas sociales iban a realizarse en madera. “Si se construyen 2.000 viviendas de madera por mes, el problema de la sobreoferta estaría resuelto, hace falta una decisión política”, apuntan desde la Federación. 

 

Contacto de Prensa: 

Fiorella Lotti – 1130749531