Mercedes Omeñuka es la nueva Presidente de FAIMA

Es la primera vez en los más de 90 años de historia y trayectoria de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FARIMA) en la que una mujer será presidente de la entidad. Mercedes Omeñuka tendrá, junto a la nueva comisión directiva, el desafío de representar los intereses y objetivos de las 28 cámaras que conforman a la Federación, como así también, el de profundizar el prestigio y posicionamiento de la madera en Argentina, representando  la totalidad de esta extensa cadena.

Desde su creación en 1933, la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) representa a nivel nacional al sector foresto industrial maderero a través de sus 28 Cámaras asociadas en las distintas provincias del país. Ayer, con un enfoque federal y participativo, ha renovado su cúpula directiva por el periodo 2024 – 2026.

Mercedes Omeñuka asumió en el acto este nuevo cargo y se convierte así en la primera mujer en presidir la entidad. Mercedes tendrá por delante importantes proyectos y desafíos. “Somos una organización que representa a nivel nacional el sector industrial maderero a través de sus 28 cámaras asociadas y tenemos un profundo compromiso con toda la cadena productiva, en cuanto a llevar adelante políticas tendientes a incrementar el impacto positivo sobre el medioambiente, aumentando los procesos productivos afines a la economía circular y a la mitigación del cambio climático. Toda la cadena de valor desde la forestación hasta el mueble tiene un enorme potencial con una capilaridad que llega a todos los rincones del país. Es un eje central que permite reactivar economías regionales y expandir el consumo mientras se piensa en el mercado externo. Nuestro trabajo como empresarios industriales no se limita a “nuestro saber hacer” del día a día en nuestras fábricas donde somos creadores de empleo y creadores de marca país. También somos nuestras horas en las asociaciones y federaciones empresariales, donde buscamos generar el potencial para un país cada vez más grande e inclusivo”.

La propuesta de Mercedes para su próximo gobierno en FAIMA consta de distintos ejes temáticos que apuntan a seguir consolidando al sector foresto industrial en nuestro país.

El hecho de ser la primera mujer en ocupar la presidencia de FAIMA, la posiciona también como una líder del sector, junto a muchas otras mujeres que ocupan, desde cargos dirigenciales a manejo de maquinarias o investigan y desarrollan nuevas tecnologías aplicadas al sector.

Mercedes es profesora de Ciencias Económicas, además de empresaria y Presidente de la AMAC (Asociación de Madereros, Aserraderos y Afines de Corrientes) desde hace casi dos décadas y Vicepresidenta 3ra. de FEC (Federación Económica de Corrientes). Participa del Instituto Correntino de la Industria de la Madera (ICIM) y en el año 2005, creó su propia empresa familiar en donde en la actualidad se desempeña como Socia Gerente. Fue distinguida como mujer empresaria por CAME en dos oportunidades (2019 y 2023) y recibió el premio “Mujer Destacada en el Sector” otorgado por la Provincia de Corrientes en 2023.

Dentro de FAIMA ostenta una amplia trayectoria: desde sus comienzos como vocal titular en representación de AMAC, pasando por la Secretaría General, puesto que desempeñó durante la última gestión del Presidente saliente Román Queiroz.

 

NUEVA CONFORMACIÓN DE LA COMISIÓN DIRECTIVA DE FAIMA – Ver cuadro haciendo clik aquí

 

 

FAIMA se reunió con los principales candidatos para conocer sus propuestas

Ayer, en una jornada mano a mano, nos reunimos con los representantes de los partidos que hoy participan en la carrera presidencial, para conocer sus propuestas para el sector.

Estuvieron Agustín Rossi, actual Jefe de Gabinete de ministros de Argentina y candidato a vicepresidente por Unión por la Patria; Gerardo Alonso Schwarz, del equipo de Fundación Mediterránea, entidad que lidera los proyectos económicos del espacio de Patricia Bullrich para Juntos por el Cambio; y Juan Schiaretti, actual Gobernador de Córdoba y candidato a presidente.

Desde FAIMA pusimos énfasis en las necesidades puntuales de la industria forestal y las diversas cadenas productivas de la madera. Entre ellas: mayor apertura al comercio exterior, equilibrio en importaciones, normas del bosque nativo y de promoción de las plantaciones forestales (Ley 26331 y Ley 25080), promoción definitiva de la construcción con madera como opción habitacional sustentable, capacitación y un tipo de cambio estable, entre otras preocupaciones.

 

 

FAIMA llama a los candidatos a proponer estrategias para el desarrollo de las PyMEs

En el día Internacional de las PyMEs, la Federación Argentina de la Industria Maderera llama a los candidatos a conformar el próximo gobierno, a pensar en estrategias que acompañen al desarrollo de las pequeñas y medianas empresas de la forestoindustria, teniendo como eje central la construcción de viviendas de madera.

“Los gobiernos provinciales y nacionales deben tener como eje central la construcción con madera. Esto solucionaría dos problemas de nuestro país: por un lado, el déficit habitacional, y por otro, generaría una tracción importante para el sector en toda su cadena de valor”, precisó Román Queiroz, presidente de FAIMA.

En 2017, se llegó a un acuerdo que estableció que el 10% de la construcción de viviendas sociales se realizarían en madera, sin embargo, eso no se está cumpliendo. “Mientras que no sea un eje central promocionar la construcción con madera y fomentar el mayor uso de materiales de madera en los planes habitacionales, no se logrará que la industria forestal en el país mantenga un ritmo sostenido de producción”, indicó Queiroz.

“Una casa construida con madera, que luego debe ser habitada y complementada con muebles, activa la mano de obra de toda la cadena forestoindustrial, y sería una solución frente a un mercado interno deprimido y los bajos niveles de exportación actuales”, señaló.

FAIMA representa a 28 cámaras empresarias distribuidas por todo el país, que nuclean en su interior alrededor de 1.500 empresas, la mayoría PyMEs, las cuales poseen un verdadero efecto derrame en los pueblos donde se encuentran instaladas. En términos económicos, el sector genera aproximadamente 60.000 empleos en forma directa, sin contar la amplia cadena de industrias y servicios que dependen de él.

Mercados recesivos

La situación de la industria maderera no es ajena al contexto país. Con un tipo de cambio inestable, precios internacionales bajos, disminución del consumo externo y recesión en el mercado interno, la forestoindustria atraviesa momentos complejos.

A partir de la pandemia, el sector tuvo un crecimiento, los precios internacionales de los productos nacionales tuvieron un incremento en dólares, por tal motivo, las empresas incorporaron tecnología y mano de obra para hacer frente a la demanda. Luego, el mercado externo sufrió una fuerte caída y bajó la demanda de los productos nacionales, aumentaron los fletes marítimos y los precios dejaron de ser competitivos. La industria se volcó al mercado interno, al punto de que hoy hay más oferta que demanda.

Mercedes Omeñuka, secretaria de FAIMA y presidenta de la Asociación Maderera de Corrientes, explica: “En lo que respecta al mercado interno, estamos viendo una fuerte caída en las ventas, en algunos casos hasta el 50%, y se nos hace muy difícil trasladar los costos a los precios, teniendo en cuenta el incremento de la energía. Así mismo, no hay efectivo y los plazos de venta se extendieron”.

“Es muy difícil sostener la actividad. No tenemos ninguna posibilidad de proyectar más allá del mes en curso. Tenemos industrias con sobrestock, sin rotación ni ventas. Necesitamos que el Gobierno tome medidas para incentivar el consumo interno, a través de viviendas y obras públicas”, concluyó la empresaria correntina.

En Argentina existen más de 500.000 pymes. FAIMA está formada en su inmensa mayoría por ellas.  “Las pymes deben ser cuidadas y, por sobre todas las cosas, alentadas a crecer, ya que son formadoras de empleo que permanecen en el tiempo y donde muchas veces se percibe un entorno de amistad y familiar en su conducción”, indica Daniel Loutaif, Coordinador del Departamento de Bosques Nativos de FAIMA.

Y agrega: “Necesitamos políticas públicas que no pongan en un pie de igualdad a las pymes con las grandes empresas en aspectos como el financiero, impositivo y el costo laboral, por nombrar solo los más importantes. Solo así las pymes se transformarán en el verdadero motor de desarrollo en la Argentina”.

Una solución habitacional y ambiental

Nuestro país tiene un déficit habitacional histórico, que está alrededor de los 3 millones de viviendas. Las viviendas construidas año a año sirven para suplir el crecimiento de la población, pero no disminuye el déficit.

A pesar de que no existen datos certeros, si se toma la cantidad de viviendas construidas por las empresas de mayor producción, se puede inferir que se construyen anualmente alrededor de 3.000 viviendas de madera en todo el país, con una capacidad instalada para la producción de alrededor de 7.000 unidades por año.

En los últimos años, la madera ha resurgido como el material estrella en construcción sostenible en el mundo, ya que es más eficiente en el consumo energético y reemplaza productos no renovables y con alto nivel de emisión de gases de efecto invernadero como cemento, hierro, aluminio.

Con las casas de madera se retira el carbono del ambiente, mientras que la huella de carbono del proceso constructivo es cero o positiva. Por otro lado, para su disposición final, es renovable y reciclable. Estas características no solo ayudan a la mitigación del cambio climático en toda la cadena productiva, sino, además, a una bioeconomía circular, y con ello, a opciones más sostenibles e inclusivas, dada la alta creación de empleo que genera, aportando al crecimiento y desarrollo económico.

“La construcción de viviendas con madera puede ser una solución muy importante para el sector. Si se construyen dos mil viviendas de madera por mes, el problema de la sobreoferta estaría resuelto, se generarían más puestos de trabajo, las pymes podrían subsistir y se solucionaría el problema habitacional. Hace falta una decisión política”, apunta Queiroz.

Construcción con madera: una respuesta a la emergencia habitacional

En los últimos años creció la demanda de casas de madera, debido a la premisa de que son eficientes, ecológicas, de rápida ejecución, duraderas y económicas. Gracias a todas estas virtudes, cada día más ciudadanos las eligen al momento de construir su hogar.

Al comparar las viviendas de madera con las de construcción húmeda tradicional (ladrillos y cemento), las ventajas son múltiples, principalmente teniendo en cuenta los costos y el tiempo.

Nazareno Olivetti, Presidente de la Cámara de Forestadores (CAFEMA), asegura: “En la provincia de Río Negro, el costo de una construcción en madera está en un 40% menos que una construcción de ladrillos. Mientras que una casa de 60 m2 podemos llegar a trabajarla en fábrica durante una semana y en 10 días queda instalada. Solo resta revestimiento de piso y paredes, artefactos y decoración”.

Esto se debe a que parte de la construcción de las viviendas se realiza en la fábrica y luego los elementos se ensamblan en la obra. En este sentido, el tiempo de construcción real de la vivienda de madera es muy inferior al de una casa tradicional.

En Argentina, las construcciones de madera están reglamentadas bajo la norma CIRSOC 601, desarrollada por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial, lo que establece ciertos parámetros en su diseño y estructuras. “Trabajando bajo estas normas no hay diferencia en calidad y prestaciones respecto a otros tipos de construcciones. Los materiales que utilizamos son muy buenos, tanto en la aislación como en el tipo de madera”, asegura Olivetti.

Mayor resistencia y sustentabilidad

Un mito que suele rondar las construcciones de madera es que son menos resistentes al fuego. Sin embargo, los expertos señalan que las afirmaciones sobre que las casa prefabricadas de madera se incendian y arden mucho más rápido se basan sobre todo en historias del pasado, cuando no se cumplía con ciertos requisitos de seguridad.

En la construcción de casas modernas, se utiliza madera con tratamiento ignífugo (químico contra el fuego), que alcanza la máxima clase de inflamabilidad para la madera, por lo que la probabilidad de incendio no difiere de la de otras construcciones. “A toda la estructura le damos dos manos de producto ignifugo que protege la madera, y además está sellada de forma tal que si llegara a haber un incendio, el fuego se carboniza y se ahoga”, precisa Olivetti.

En cuanto al mantenimiento y la vida útil, también existe una falsa creencia de que las casas de madera son poco duraderas, pero eso no es cierto. “Si mantenés bien el exterior, una casa puede durar 50 años sin problema. Hay que saberla proteger, y eso se logra con una mano de pintura cada 3 ó 5 años. En la Patagonia, por ejemplo, tenemos mucho salitre en la tierra, lo que hace que las construcciones de ladrillo tengan humedad y cada tanto se debe volver a revocar. Eso con la madera no sucede porque no absorbe la humedad del suelo”.

Y si tenemos en cuenta el viento, característico del sur argentino, “cuando se hacen los planos, se piensa en soluciones como anclar hierros en las esquinas para que la construcción soporte vientos de hasta 150km/h”.

Finalmente, en cuanto a la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente, la madera es el único material que captura carbono, incluso durante la construcción. Consumir madera es consumir el material más amigable con el medio ambiente.

Estas construcciones, además, implican menos gasto en calefacción y acondicionamiento, debido a la capacidad aislante de la madera, lo que se traduce en ahorro de energía a la hora de mantener una temperatura estable en el interior de la vivienda.

Viviendas sociales

Las casas de madera pueden ser una respuesta a la emergencia habitacional que vivimos en Argentina. Las insuficiencias estructurales de las viviendas, junto a las condiciones de hacinamiento representan una problemática social en nuestro país, que frente a los efectos de la pandemia, ha quedado aún más expuesta.

Para dar una respuesta a las distintas situaciones de emergencia habitacional, las casas de madera ofrecen una solución sustentable, económica y rápida.

Según Olivetti, “se pueden hacer casas de 40mt2 y se deja como para ampliar a futuro sin romper, solo incorporando paneles. Es una buena alternativa por todos los beneficios que ofrece esta construcción”.

Actualmente, las casas de madera representan el 15% de las viviendas que se están construyendo en diferentes barrios. Sin embargo, en Argentina la industria tiene un gran potencial para que esta tendencia crezca mucho más.

“Cada vez recibimos más consultas, las personas ven que es un producto muy noble, al conocer el sistema de construcción industrializada, se dan cuenta de que el resultado es muy bueno, y la relación costo/beneficio es superior”, indica el presidente de CAFEMA.

Las soluciones habitacionales hoy pueden tener una respuesta ambiental responsable y desde FAIMA acompañamos el cambio de paradigma.