La industria forestal apunta a realizar un “cambio de paradigma” sobre la construcción de viviendas, de manera de poder superar “ideas falsas” que sostienen que el uso de este tipo de material cuenta con una calidad inferior respecto a las edificaciones tradicionales hechas con hormigón y acero.
En esas ideas “hay un poco de cultural y también de marketing”, dijo a Télam Román Queiroz, presidente de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima).
El dirigente empresario lamentó que su sector no tenga “el poder de ‘lobby’ que poseen las grandes empresas” para “imponer sus materiales y sus productos”.
“En Estados Unidos, un país de altísimo nivel de consumo y altos estándares de construcción, la mayoría de las viviendas familiares son de madera, pero en la Argentina, a pesar de tener condiciones naturales favorables, cuesta mucho imponer ese cambio de paradigma y esa es nuestra tarea, explicar a la sociedad los beneficios de la madera”, expresó.
Para Queiroz, “cuesta mucho explicar toda esa cuestión a la gente porque, cuando tiene que construir, elige el material al que está acostumbrado, como el ladrillo, cemento, el metal, que en la Argentina se utilizan mucho más que en otros países”.
“Desde el cuento de ‘Los tres chanchitos’ que venimos cargando con este problema”, ironizó, para describir una costumbre ancestral de “invertir en ladrillos” y que, sostuvo, “también alcanza a los gobiernos”.
Al respecto, dijo que en la Presidencia de Mauricio Macri “habían importado 14.000 casas chinas prefabricadas para que sean viviendas sociales”, razón por la que el sector maderero “pidió la intervención en el Gobierno para que eso no sucediera, pero pasó igual”.
“También se prometió que el 10% de las viviendas sociales que se iban a hacer en Argentina serían de madera y eso nunca se cumplió”, agregó.
Por otro lado, recordó que “en un acto hace dos años, el presidente Alberto Fernández se quejaba, decía que había que darle dignidad a sectores vulnerables de la población y que no le iban a dar casas de madera sino de otros materiales”.
“Todo esto nos indica que desde los gobiernos tampoco está claro el mensaje, la madera es un material tan o más noble que los de uso tradicional”, aseveró.